Ayuno Yogini Ekadasi – Martes 16 Junio 2020

Terminar el ayuno el día miércoles, entre 7:45 a 11:04 am.

ESTE AYUNO FORTALECE SU AVANCE ESPIRITUAL, LIBERANDO TODO DOLOR Y SUFRIMIENTO DE SU VIDA.
ESTE AYUNO LIBERA DE CUALQUIER ENFERMEDAD PRODUCTO DE UNA MALDICIÓN

RECOMENDACIONES

Queridas amistades y practicantes de la vida espiritual.
Es valioso y saludable en sus posibilidades hacer un voto de ayuno completo. En el ayuno llamado ekadasi, no se consume granos de ningún tipo ni sus derivados como harinas o aceites.

Si no se puede hacer el ayuno completo, también se puede realizar el ayuno consumiendo solo frutas o solo tomando agua todo el día, otra forma de hacer el ayuno es consumiendo vegetales sin granos una sola vez, sea este al mediodía o en la noche. Haga su voto de ayuno sin ansiedad controlando la mente y con abstinencia sexual.

En el ekadasi o ayuno, uno debe mantener su fe, mente, corazón y actividades concentradas en recordar al Divino Señor Supremo, con una buena actitud espiritual Vaishnava, cantando los Santos nombres del Señor, leyendo y escuchando las actividades de El, mencionadas en las Escrituras, respetando a todos, visitando a la Deidad en el Templo y realizando adoración en su casa, con ofrenda de incienso, fuego y flores llamada, arotik o puja.

Con afecto
Acharya Prabhu Mriganath Das

NARRACION DEL AYUNO YOGINI EKADASI

El Rey, Maharaja Yudhisthira le habló al Señor Krishna, “Oh Señor Supremo, he oído las glorias de Nirjala Ekadasi, que ocurren durante la quincena clara de la luna del mes de Jyestha. Ahora deseo oír sobre el ayuno Ekadasi que ocurre durante la parte oscura de la luna del mes de Asadha (Junio-Julio). Ten la amabilidad de describirlo en detalle, oh destructor del demonio Madhu.

El Señor Supremo Sri Krishna, replicó, “Oh rey, te referiré al mejor de todos los días de ayuno, el Ekadasi que ocurre durante la quincena de la luna oscura del mes de Asadha, famoso como Yogini Ekadasi, el mismo que remueve toda clase de reacciones pecaminosas y concede finalmente la liberación suprema.

Oh el mejor de los reyes, este ayuno Ekadasi libera a las personas que están ahogándose en el océano de la existencia material y las transporta a la orilla del mundo espiritual. En todos estos tres mundos, este es el principal de los días sagrados de ayuno. Te revelaré esta verdad narrando una historia relatada en los antiguos textos Puranas.

El rey de Alakapuri, llamado Kuvera, el tesorero de los semidioses era un devoto determinado del Señor Shiva. El empleó a un sirviente de nombre Hemamali como su jardinero personal. Hemamali, era un Yaksa, que estaba atraído lujuriosamente por su atractiva esposa, Svarupa-vati, quien tenía grandes ojos encantadores.

El deber diario del jardinero Hemamali era ir diariamente a visitar el Lago Manosarovara y traer flores para su amo Kuvera, las que luego eran utilizadas en la adoración del Señor Shiva. Un día, tras recoger las flores, Hemamali se fue con su esposa en lugar de ir directamente a su amo y cumplir con su deber. Absorto en asuntos amorosos con su esposa, se olvidó de volver a la morada del rey Kuvera.

Oh rey, mientras Hemamali estaba disfrutando con su esposa, el rey Kuvera comenzó a adorar al Señor Shiva en su palacio y pronto descubrió que allí no había flores listas para la ofrenda-puja del mediodía.

¿La falta de este artículo tan importante enojó al gran semidiós, quien preguntó a un mensajero Yaksa, “Porqué el sucio de corazón Hemamali no ha venido con la ofrenda diaria de flores? Ve y averigua el motivo exacto y vuelve personalmente a informarme”.

El sirviente Yaksa regresó y le dijo a Kuvera, “Oh querido señor, Hemamali está disfrutando libremente con su esposa”.

El Rey Kuvera se enojó muchísimo al enterarse y de inmediato mandó llamar al bajo Hemamali. Sabiendo que había sido indolente en el cumplimiento de su deber, Hemamali se acercó a su amo con gran temor.

El jardinero primero ofreció sus reverencias y luego permaneció de pie delante de su señor, cuyos ojos se habían puesto rojos de ira y cuyos labios temblaban.

¡Furioso, ¡el Rey Kuvera gritó, “Oh bribón pecaminoso! ¡Oh destructor de los principios religiosos! ¡Tú eres una ofensa para los semidioses! ¡Por lo tanto te maldigo a que padezcas la enfermedad de la lepra blanca y a que seas separado de tu amada esposa! ¡Solo te mereces un inmenso sufrimiento! ¡Oh necio mal nacido, abandona este sitio de inmediato y encamínate a los planetas inferiores!”.

Así, el jardinero Hemamali cayó de inmediato del reino de Alakapuri y se enfermó con la terrible aflicción de la lepra blanca. Se despertó en una selva espesa y temible, donde no había nada para comer o beber.

Así pues, pasaba sus días miserablemente, incapaz de dormir por la noche debido al dolor. Sufría tanto en invierno como en verano, pero dado que continuaba adorando al Señor Shiva fielmente, su conciencia se mantuvo pura y estable. Aunque implicado por un gran pecado y sus reacciones concomitantes, recordó su vida pasada en mérito a su piedad.

Tras vagar por algún tiempo aquí y allá, sobre las montañas y a través de los llanos, Hemamali eventualmente llegó hasta la amplia cadena de los Himalayas.

Allí tuvo la buena fortuna de encontrar al gran santo Markandeya Rishi, el mejor de los ascetas, cuya duración de vida, se refiere, se extiende a siete días de Brahma, esto es millones de años terrestres.

El Maestro Markandeya estaba sentado pacíficamente en su asrama, tan refulgente como un segundo Brahma.

Hemamali, sintiéndose muy pecaminoso, permaneció parado lejos del sabio magnificente y ofreció sus humildes reverencias y plegarias.

Siempre interesado en el bienestar de los demás, El sabio Markandeya vio al leproso y lo llamó, “Oh tú, ¿qué clase de acciones pecaminosas has hecho para ganar esta aflicción temible?”.

Al oírlo, Hemamali replicó, “Querido señor, yo soy un sirviente Yaksa del Señor Kuvera y mi nombre es Hemamali.

Mi servicio diario era recoger flores del Lago Manosarovar para la adoración del Señor Shiva por parte de mi amo, pero un día me retrasé en regresar con la ofrenda porque me abrumé de pasión por mi hermosa esposa.

Cuando mi amo descubrió el motivo de mi tardanza, me maldijo con gran ira. Así pues, ahora estoy desprovisto de mi hogar, esposa y servicio. Por fortuna, he llegado hasta ti y ahora tengo la esperanza de recibir de ti una auspiciosa bendición, pues sé que los devotos del Señor Supremo se interesan en el corazón por el bienestar de los demás. Esa es su gran naturaleza. ¡Oh el mejor de los sabios, por favor ayúdame!

El sabio Markandeya Rishi le dijo, “Dado que me has dicho la verdad, te hablaré sobre un día de ayuno que te beneficiará grandemente. Si tu ayunas en el Yogini Ekadasi que aparece durante la quincena oscura de la luna del mes de Asadha, seguramente serás librado de esta terrible maldición”.

Al oír estas benditas palabras del renombrado sabio, Hemamali cayó al suelo completamente agradecido y le ofreció sus humildes reverencias. Pero el sabio Markandeya se puso de pie e hizo levantar a Hemamali, concediéndole una indescriptible felicidad.

Así pues, como el sabio le había instruido, Hemamali observó debidamente el ayuno Yogini Ekadasi y por su influencia se convirtió nuevamente en un apuesto Yaksa. Luego regresó a su hogar, donde vivió muy felizmente con su esposa”.

El Señor Krishna concluyó, “Tu puedes apreciar, oh Rey Yudhisthira, que ayunar en el Yogini Ekadasi es muy poderoso y auspicioso. Cualquier mérito que se obtenga por alimentar a ochenta y ocho mil brahmanas piadosos, se obtiene simplemente por observar un ayuno estricto en Yogini Ekadasi.

Aquel que ayune en este sagrado Ekadasi destruye cúmulos de reacciones pecaminosas pasadas y se vuelve muy piadoso. Oh, rey, así pues, te he explicado la pureza de este ayuno Yogini Ekadasi”.

Así termina la narración de las glorias del ayuno Asadha-krishna Ekadasi o Yogini Ekadasi, mencionada en la escritura antigua conocida como Brahma-Vaivarta Purana.

OM TAT SAT.