Cuando el Yo se funde en el Nosotros

Reflexiones sobre la constitución afectiva del Ser, paralelismos entre la filosofía Occidental y el Gaudiya Vedanta.

El análisis del concepto de individualidad así como el de comunidad, sus diferencias y similitudes entre ambos paradigmas están presentes en cualquier análisis que intente echar luz sobre los alcances de la constitución afectiva del ser humano. La perspectiva del Gaudiya Vedanta promueve una visión teológica que concibe al Ser (Jiva) y a Dios (Isvara) como individuos en constante progreso espiritual. En este complejo sistema de pensamiento ancestral podríamos decir que el Gaudiya Vedanta es una religión que contiene una filosofía o también que es una filosofía de vida que incorpora elementos religiosos.

En la siguiente entrevista conversamos de estos temas con dos jóvenes filósofos de la Universidad de Cartagena, en Colombia, quienes además son devotos de Conciencia de Krsna: Prabhu Kolavecha Sridhar Das (Prof. Rodrigo Bravo Ruiz) (KSD) y Prabhu Kali-Yuga Pavana Mitra Das (Dr. Juan Diego Morales), (KYPMD). 

Kolavecha Sridhar Das
Kali-Yuga Pavana Mitra Das

¿Cómo conciben la individualidad, la filosofía occidental y el Gaudiya Vedanta?

KSD. No hay una perspectiva consensuada acerca de cómo se concibe la individualidad en el mundo occidental. La perspectiva griega clásica encuentra en Platón, por ejemplo, los primeros intentos por pretender dividir al individuo en dos (cuerpo y mente). Este enfoque fue “evolucionando” históricamente gracias al aporte de pensadores que elaboraron teorías muy similares. La teología cristiana medieval reforzó estas nociones al concederle un papel protagónico al alma (psique) y considerando implícitamente al cuerpo como una especie de entidad ajena de la cual era preciso mantenerse desconfiado. Es en la época moderna donde comienza a replantearse el asunto, empezando por René Descartes, quien trajo a la palestra de un modo u otro la temática de la subjetividad para ser repensada. Fueron luego pensadores de la escuela alemana, básicamente, quienes llevaron estas reflexiones hacia un horizonte mucho más integrativo. Gracias a escuelas de pensamiento como la fenomenología se buscó no optar por la fragmentación al momento de intentar entender al ser humano. En vez de ello trataron de comprenderlo en términos de una ontología integrativa, considerando cada una de sus dimensiones holísticamente. La individualidad, desde este lugar, se entiende como un proceso mas no como una sustancia terminada; un proceso que considera las cualidades contextuales del individuo. En este punto comienza un hermoso diálogo con la tradición Gaudiya Vedanta para la cual la Jiva (alma), por un lado, comienza por asumir su corporalidad (sadhaka deha) como el medio a través del cual se posibilita su acceso hacia el progreso en el camino del Bhakti. Por otro lado, es de esa forma como se constituye de un modo progresivo y continuo los términos de su identidad eterna (siddha deha).

¿Cuáles son sus diferencias más significativas en cuanto a concepción y alcance?

En Occidente, pese al grado de intensidad con el cual se pensaron estas temáticas y la asombrosa capacidad especulativa con la que se vienen desarrollando, aun no se resuelve el dilema ontológico, centrado en la pregunta por el Ser y su destino final. Mi opinión al respecto es que dichos vacíos filosóficos obedecen a una decisión que tomó el pensamiento contemporáneo de un modo tácito, respecto a no incluir en sus dilucidaciones el papel que juega la providencia. No sólo eso, al mantener este perfil tan definido dudo mucho que con el tiempo sus investigaciones lleguen a un punto culminante, por lo cual la filosofía de Occidente tomó la decisión de abandonar cualquier intento por establecerse de un modo conclusivo. En un sentido, esto es algo bastante interesante, ya que seguirá evolucionando como una disciplina de muy alta calidad interrogativa.

El Gaudiya Vedanta, por el contrario, desarrolla su potencialidad intelectiva a partir de aceptar la autoridad escritural, pero no de un modo meramente dogmático como muchos piensan. Todas las categorías humanas y elementos filosóficos presentes en el quehacer filosófico occidental, a saber, incertidumbre, asombro, epifanía, dialéctica, se encuentran también presentes en el marco de la experiencia filosófica y teologal del practicante. Por ejemplo, el hecho de no terminar de concebir al absoluto y de sorprenderse con sus impredecibles dinámicas constituyen un elemento que dota de auténtica vida filosófica al practicante.

¿Qué características tiene el individualismo radical desde una visión del dualismo cartesiano?

Todo individualismo es la consecuencia natural de un tipo de ruptura ontológica, de una dicotomía. Intentar entender las cosas en términos de una identidad separada de su contexto es como si un país pretendiera subsistir geográficamente sin su continente. Ciertamente no existe un país sin su ineludible conexión con otros países, así como no existe un ser humano que pueda vivenciarse a sí mismo como ser humano sin la natural afiliación con otros seres de su mismo género. Esto no significa que no exista la individualidad, sino que nuestra identidad individual comprende elementos tanto internos como externos. Por ejemplo, mi actual manera de hablar, pensar y de dirigirme a tal o cual lugar, constituyen aspectos que fueron modelados en gran medida por la influencia de todos aquellos a quienes observé realizar todas estas operaciones, y sin dicha influencia hoy sería una persona muy distinta de la que soy. Las consecuencias de un individualismo radical las observamos día a día. Al no validar al otro como un ser-junto-a-mi seguiremos entendiendo la vida social en términos de una continua competencia, una sociedad escalonada y jerarquizada, en vez de un entorno socio constructivista basado en el reconocimiento espontáneo del otro como un auténtico otro, y no como un objeto del cual me sirvo o al que me someto.

¿Qué características tiene el Ser desde la cosmovisión que sustenta el Gaudiya Vedanta?

Las principales características del Ser son su permanencia más allá del espacio tiempo (sat); su conciencia (cit), es decir, su inherente disposición a comprenderse a sí mismo y a proyectarse más allá de sí mismo; y su inclinación natural hacia la plenitud, la dicha (ananda). Pero todas estas características no son algo terminado que debamos buscar potenciar dentro de nosotros. Si asumimos eso, asumimos automáticamente que no hay mucho más allá de nosotros mismos. Que nadie, ni siquiera Dios mismo, participa activamente en la constitución progresiva de nuestra identidad. Ciertamente el progreso constituye una búsqueda y un recorrido tanto interno como externo. Interno porque poseemos en forma inherente la disposición hacia el progreso, y externo porque demandamos insaciablemente de la influencia y el nutrimento de las potencialidades del absoluto. La perspectiva Gaudiya Vedanta promueve una visión teológica que concibe al Ser (Jiva) y a Dios (Isvara) como individuos en constante progreso espiritual.

¿Cuáles son los principios en común que tiene la cosmovisión cristiana y la filosofía del Gaudiya Vedanta?

KYPMD. Sobre este punto se han dicho y escrito varias cosas, todas muy interesantes. Mi particular perspectiva, siguiendo a nuestros maestros y maestras Vaishnavas, es que hasta cierto punto ambas concepciones coinciden: comparten la idea de un Ser personal universal que trasciende el mundo material y que lo gobierna, un Ser que es sumamente amoroso y compasivo y que, de una y otra forma, mantiene una interacción continua con las almas que se encuentran en el mundo condicionado con el objetivo de ayudarlas a evolucionar espiritualmente. Por supuesto que se diferencian en muchas cosas, como en la creencia de la reencarnación, del karma o del pecado original. Pero hay un punto de distinción que se ha sido resaltado y que vale la pena mencionar repetidamente: el cristianismo se fundamenta en la existencia de Dios como un ser personal y, sin embargo, esta doctrina aún no tiene una caracterización muy detallada ni desarrollada de este ser primigenio, mientras que el Gaudiya Vedanta sí, lo que resulta en una comprensión mucho más clara, abarcadora e iluminadora de la realidad en términos ontológicos, epistemológicos y éticos.

Primero “Nosotros” luego “Yo”

En la Filosofía del Gaudiya Vedanta, ¿de qué manera se supera la frase, primero tú, luego los demás, para dar lugar a la de primero “nosotros” en tanto comunidad y luego “yo” en tanto ser individual? ¿Cómo se funda el concepto de Identidad en su aspecto relacional?

En la filosofía Gaudiya Vedanta se concibe al ser individual siempre como dependiente en todos sus aspectos (ontológicos, epistemológicos y éticos) de la totalidad y, en último término, de Sri Krishna, quien es el aspecto más profundo e íntimo del Absoluto o Dios. Esto quiere decir que la existencia del individuo solo es posible y tiene sentido en el marco de la totalidad y, bajo un concepto teísta y personalista como el Gaudiya Vedanta, en el marco de un nosotros.

Lo anterior implica directamente una ética y una política, puesto que si para existir dependemos del nosotros, especialmente del nosotros divino, de Krishna y sus asociados eternos, entonces tenemos una naturaleza que es derivada de este nosotros y debemos responder a este de forma acorde.

En otras palabras, podemos decir, que nuestra constitución identitaria más interna o más propia, en tanto seres con creencias, propósitos, pero sobre todo con deseos y sentimientos, tiene una naturaleza que se moldea gracias a nuestro ambiente social y con el potencial de alcanzar una interacción que la pueda llevar a ser todo lo que puede ser, lo mejor de sí misma: un amante de todos y, por tanto, un amante de Dios. Esto nos permitirá disfrutar de todo nuestro potencial, alcanzando el conocimiento, la felicidad y el amor más excelso, la meta que perseguimos todos los días de nuestra vida, de forma consciente o no.

El pensamiento depende de un contexto

¿Qué dice la Filosofía Guadiya Vedanta respecto a que el pensamiento es la única garantía de la existencia?

Esta pregunta puede ser interpretada de múltiples formas, en especial porque desde la filosofía el “pensamiento” puede entenderse de múltiples maneras. Por ejemplo, tenemos la idea, cartesiana por cierto, de que el pensamiento es algo privado y subjetivo, algo de lo cual solo yo desde la primera persona puede atestiguar y estar seguro de que existe. Esto en un sentido bastante moderno y aquí lo podemos ligar tanto con el cogito ergo sum de Descartes como con la teoría idealista de Berkeley. Esta última es mucho más interesante en términos del Gaudiya Vedanta pues, como Srila Sridhar Maharaj mismo argumentó en varios de sus artículos, una perspectiva trascendental como la Vaishnava considera más real el mundo subjetivo que el objetivo, afirmando en alguna ocasión que “mientras los materialistas dudaban de la existencia del alma, los espiritualistas dudábamos más bien de la existencia de la materia”.

Siguiendo el idealismo berkeleyiano, para el Vaishnavismo lo que finalmente existen son sujetos con sus pensamientos, emociones, ideas y deseos, mientras que todo lo demás depende de estos para su existencia. Incluso Maha Maya o Maya Shakti, la energía material de Krishna es una personalidad al servicio de Bhagavan, lo cual, interesantemente, coincide con las cosmovisiones de las tradiciones místicas de otras latitudes diferentes a las orientales, como por ejemplo las amerindias.

Descartes consideró que su propio pensamiento era la única garantía epistémica de su existencia, pero si analizamos su propuesta tanto desde las teorías contemporáneas como desde el Guadiya Vedanta esto no puede ser correcto. Las teorías de la mente de las últimas décadas sostienen que el pensamiento mismo depende de un contexto, de una ecología y de unas relaciones intersubjetivas.

No hay pensamiento sin cuerpo, mundo y otros. Pero el Vaishnavismo llega a la misma idea por las razones que ya discutimos, por el hecho de que nosotros en tanto individuos somos dependientes ontológica, epistemológica y éticamente de nuestro ambiente, de la totalidad y, en último término de Sri Bhagavan y sus asociados eternos. Se sigue que mi garantía de existencia no es un pensamiento individual como Descartes creía, sino más bien un sentimiento básico de estar en el mundo y relacionarme con este, un sentimiento que de ser dirigido y desarrollado en la dirección hacia Bhagavan podrá llegar a comprenderse teórica, práctica y experiencialmente de forma completa.

¿Cree que la visión de los Vedas es una manera de integrar religión y filosofía?

Los Vedas y, en particular la perspectiva del Gaudiya Vedanta, son en sí mismos filosofía, amor a la Verdad. Sí, podemos decir que son una integración de ambos, dependiendo de cómo entendamos el término “religión”, podremos decir si el Gaudiya Vedanta es una religión que contiene una filosofía o, al contrario, una filosofía de vida que incorpora elementos religiosos. También podríamos decir que precisamente en el Gaudiya Vedanta filosofía y religión convergen y se llegan a identificar: la más profunda búsqueda de la verdad y la más comprometida práctica y experiencia de lo divino.

Si la verdad última es Sri Krishna y si practicamos y experimentamos esta verdad de forma profunda y comprometida, no quedará por fuera nada de filosofía ni nada de religión. Llegaremos al conocimiento y la experiencia última, esto es, los que contienen a todos los demás conocimientos y experiencias dentro de sí.

Entrevista: Ragatmika Bhakti Devi Dasi

El artículo completo la constitución afectiva del Ser puede consultarse en https://harmonist.us/2021/02/affective-constitution-of-being/