Somos almas espirituales
En primer lugar, ofrezco profundas reverencias a mi Guru Maharaj Srila Bhaktikavi Atulananda Acarya, quien día a día endulza mi corazón con las narraciones de los eternos pasatiempos de Radha y Krsna y quien a través de su ejemplo me inspira a seguir un proceso devocional en el cual pueda desarrollar algún día amor puro por la pareja divina y me conecta con todo el Guru Parampara que llega hasta el Señor Caitanya Mahaprabhu, quien es Radha y Krsna a la vez.
Radha Madhava Devi Dasi
Artista consciente
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A partir de un dibujo (Somos almas espirituales) que surgió de la lectura que estoy realizando del Bhagavad Gita (tanto del comentado por Swami Tripurari, como del de Srila Prabhupada) y del hermoso seminario que está impartiendo Gurudeva acerca de esta deidad-libro (Bhagavad Gita), madre Ragatmika Dasi me pidió escribir un pequeño texto acerca de una de las enseñanzas de dicho texto/deidad, a saber, aquella que versa acerca del hecho de que somos almas espirituales.
La obra de arte «Somos almas espirituales» fue donada al Bhakti Temple of Healing Arts.
Para comenzar, considero pertinente hablar un poco sobre el origen de toda existencia, pues sin dicho origen nada ni nadie existiría. El origen innaciente es Bhagavan Sri Krsna. Aceptar dicha consideración es un principio de humildad y veracidad que todas las entidades vivientes debemos tener para aceptar que Dios Krsna es la causa de todo y no lo es nuestro limitado ego. Krsna es adipurusa (la suprema persona original), es svayan-bhagavan (Krsna en su total plenitud, el ser supremo en sí) y añoramos amarlo y adorarlo en su forma plenaria más completa purnatama-prakasa (“ei kṛṣṇa — vraje ‘pūrṇatama’ bhagavān āra saba svarūpa — ‘pūrṇatara’ ‘pūrṇa’ nāma” C.C. Madhya-lila 20.402, “El Señor Kṛṣṇa es la completísima Suprema Personalidad de Dios en Vṛndāvana. En los demás lugares, todas Sus expansiones son, o completas o más completas”), que es Krsna en estado de enamoramiento, representando la vida amorosa del Absoluto.
Este Krsna es prema-dana, dador de amor y afecto, es el dhira-lalita (sobrio y juguetón) que es svayam-bhagavan, es Dios en sí mismo, porque su belleza es sin igual, puede atraer a todas las entidades vivientes con el sonido de su flauta, está rodeado de sus devotos con quienes tiene relaciones amorosas diversas y siempre está ejecutando pasatiempos trascendentales.
Para nosotras poder acercarnos a dicha excelsa forma de Dios sin confundir lo trascendental de sus lilas y relaciones eternas, antes debemos conocer y aprender del dhira-prasanta (sobrio y pacífico) Krsna de Dvaraka -purna-prakasa-. Es decir, debemos aprender a ser discípulos así como Arjuna, quien se dejó instruir por Krsna mismo; debemos comprender que Krsna es Dios y como dice Swami Tripurari, “debemos ante todo comprender la verdad metafísica (tattva) concerniente a Krsna como la fuente del mundo y de todas las almas, antes de olvidar al mundo y absorbernos en el amor divino a Krsna” (BG. p.25).
Entonces, sabemos que Dios, Bhagavan Sri Krsna, es la fuente de todo. Como Él mismo lo afirma en el Bhagavad Gita capítulo 4.6
ajo´pi sann avyayatma bhutanam isvaro´pi san / prakrtim svam adhisthaya sambhavamy atma-mayaya
Aunque yo mismo soy innaciente y por naturaleza imperecedero, y aunque yo soy el controlador de todos los seres, aun así, permaneciendo en control de mi energía material, yo me manifiesto por mi propio poder interno.
También nos dice que Su svarupasakti (La potencia (energía) interna de Dios o su propia naturaleza) o atma-mayaya le permite venir a mundos materiales con su propio cuerpo espiritual sin que ninguna de las modalidades de la naturaleza le afecten. Acá es menester aclarar que, aceptar la existencia de Dios, de la energía suprema de la cual emana todo, sólo es posible al reconocer la inmensidad del mundo y del universo (que las ciencias buscan conocer y dominar pero se ven superadas), y preguntarnos o reconocer qué somos en verdad frente a la magnitud de la existencia y qué de nosotros busca la eternidad lejos de la materialidad que por premisa caduca.
La forma del Señor es sad-cid-ananda-vigraha, es decir, es eterna, llena de conocimiento y bienaventuranzas. Estos elementos componen las tres diferentes energías originales del mundo espiritual, que son: hladini sakti (placer), sandhini (eternidad) y samvit (cognición). En el Caitanya Caritamrta, Madhya-lila 6.157 se dice que: “hlādinī sandhinī samvit / tvayy ekā sarva-saṁśraye / hlāda-tāpa-karī miśrā / tvayi no guṇa-varjite” (“La Suprema Personalidad de Dios es sac-cid-ānanda-vigraha (Bs. 5.1). Esto significa que, en Su forma original, tiene tres potencias: la potencia de placer, la potencia de eternidad y la potencia de conocimiento. Juntas reciben el nombre de potencia cit, y se manifiestan en plenitud en el Señor Supremo. Para las entidades vivientes, que son partes integrales del Señor, la potencia de placer en el mundo material es a veces desagradable y a veces mixta. No ocurre lo mismo con la Suprema Personalidad de Dios, pues Él no Se halla bajo la influencia de la energía material ni de sus modalidades”).
Además de esta energía/potencia interna svarupa/atma-mayaya, de Dios provienen dos energías más, una energía inferior o secundaria y otra intermedia. La energía inferior es llamada Maya Sakti y la intermedia Tatastha Sakti (energía marginal). El Señor Krsna nos dice en el Bhagavad Gita 9.4 maya tatam idam sarvam jagad avyakta-murtina / mat-sthani sarva bhutani na caham tesv avasthitah (“Toda esta creación completa está impregnada por mí en mi forma no manifiesta. Todos los seres creados están situados en mí, pero yo no estoy situado en ellos”) con lo cual se deja claro cómo hay una diferencia en las potencias o energías, la interna que es la propia de Dios y las otras energías que refieren a algo externo y que no participan de esa energía interna (salvo cuando una conciencia individual (o alma) logra la pureza del amor por Dios y puede comprender lo divino), pues con “los sentidos materiales no se pueden entender el nombre, la fama, los pasatiempos, etc., del Señor Sri Krsna. Él se revela sólo a aquel que está dedicado al servicio devocional puro” (Comentario de Srila Prabhupada).
Dice Swami Tripurari que “de acuerdo a la teología Vaisnava, este verso tal como ha sido interpretado aquí, claramente hace distinción entre la sakti secundaria de Krsna (prakrti, la naturaleza material), la cual Él controla”, por lo tanto vemos cómo de la energía creadora, constitutiva, que es la atma-mayaya, emerge una energía secundaria, maya-sakti, que depende de Sri Krsna mismo, es decir, no es independiente, pero que en sí misma está separada de Él (bhinna prakrtih).
Para comprender las características de esta segunda energía, Krsna nos regala el verso 13 del capítulo 9 en donde dice:
mahatmanas tu mam partha daivim prakrtim asritah /bhajanty ananya-manaso jñatva bhutadim avyayam
(¡Oh, hijo de Prtha!, aquellos que no están engañados, las grandes almas, se hallan bajo la protección de la naturaleza divina. Ellos están plenamente dedicados al servicio devocional, porque saben que Yo soy la Suprema Personalidad de Dios, original e inagotable”).
Esto quiere decir que esta energía, maya-sakti, es engañosa y sólo logran la separación de ella quienes se dedican plenamente al servicio devocional de Sri Krsna.
En el capítulo 7 del Bhagavad Gita se dice: Bhumir apo ´nalo vayuh kham mano buddhir eva ca / ahankara itiyam me bhinna prakrtir astadha ( “La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso, estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis energías materiales separadas” BG 7.4) y daivi hy esa guna-mayi mama maya duratyaya / mam eva ye prapadyante mayam etam taranti te (“Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar. Pero aquellos que se han entregado a Mí, pueden atravesarla fácilmente” BG 7.14). Entonces la materia, al ser una de sus saktis es daivi, divina, pues emana de Él. Esa energía secundaria está compuesta por los maha-bhutas, que son los cinco elementos burdos, a saber, tierra, agua, fuego, aire y éter; también se compone por tres elementos sutiles, a saber, mente, inteligencia y egoísmo. También nos señala que dicha energía está integrada por tres modalidades, rajo-guna (la pasión), tamo-guna (la ignorancia) y sattva-guna (la pureza, la compasión).
El engaño relacionado con esta energía tiene que ver con que, al ser una energía material, y el alma al estar condicionada a un cuerpo material, nos hace creer en la felicidad y la eternidad como algo disponible en este mundo, aun cuando a diario vemos que todo lo material es perecedero, lo material se desgasta, caduca, la “felicidad” trae consigo la tristeza y crea la ilusión de la muerte a través de la identificación con los cuerpos materiales, con el poder y la pertenencia aham mameti: el yo, mí, mío, el fuego de la vida condicionada que sólo por medio del canto de los Santos Nombres puede extinguirse.
En el verso del BG 7.14, anteriormente citado, además de comprender la característica de engaño de la naturaleza material, de la divinidad de Maya-sakti, también es visible que Krsna dice que hay algunos que pueden superar esas modalidades rindiéndose a Él. Entonces, aparece una energía intermedia llamada tatastha sakti o energía marginal. Esta potencia marginal es conocida como jiva, que es el ser viviente consciente, eterno e individual, diferente a la idea de atma (entendida de forma un tanto etérea). Srila Jiva Goswami en el Paramatma-sandarbha dice lo siguiente acerca de la Jiva: “La jiva-sakti se conoce como tatastha-sakti por dos razones. En primer lugar no se puede incluir dentro de la maya-sakti porque está más allá de la maya-sakti. En segundo lugar, aunque la jiva-sakti está dominada por la ignorancia, el defecto de estar dominada de ese modo no puede tocar al Paramatma que está situado en su corazón. Esto se entiende de la misma forma que vemos que una parte de los rayos del sol pueden quedar cubiertos por sombras o por nubes, pero el sol no puede quedar cubierto. (Del mismo modo, el alma individual que es vibhinnamsa, una parte separada del Señor, puede quedar cubierta por maya, pero el propio Señor no puede quedar cubierto.) De esto se puede deducir que la jiva-sakti también está separada de la svarupa-sakti. La svarupa-sakti está presente en el Paramatma. Si la jiva-sakti estuviera incluida dentro de la svarupa-sakti, el defecto de que la jiva esté dominada por la ignorancia sería transportado también a la svarupa-sakti situada dentro del Paramatma y finalmente al propio Paramatma. Puesto que no es el caso, es evidente que la jiva-sakti no está incluida dentro de la svarupa-sakti. Por consiguiente, como la jiva-sakti no está incluida ni dentro de la svarupa-sakti ni dentro de la maya-sakti, se la conoce como tatastha-sakti”.
La idea de que las jivas somos vibhinnamsa quiere decir, como expone Srila prabhupada al comentario del verso 37 del capítulo 10, que somos una expansión separada de Krsna y que en nuestro corazón reside paramatma quien es Dios. Al ver esto con detenimiento comprendemos que, en efecto entre la materia y Dios estamos nosotros, que Dios está en nosotros en la forma de paramatma, el Ser Supremo como supervisor de la creación material, es decir, alguna forma de Krsna, sin que sea el Vraja Krsna, y que esta forma no se ve influenciada de ningún modo por la naturaleza material.
Yo me encuentro en el corazón de todos, y de Mí proceden el recuerdo, el conocimiento y el olvido. Es a Mí a quien hay que conocer a través de los Vedas.
En el BG 15.15 Krsna dice: sarvasya caham hrdi sannivisto / mattah smrtit jñanam apohanam ca / vedais ca sarvair aham eva vedyo “Yo me encuentro en el corazón de todos, y de Mí proceden el recuerdo, el conocimiento y el olvido. Es a Mí a quien hay que conocer a través de los Vedas. En verdad, Yo soy el compilador del Vedanta y el conocedor de los Vedas” y en el capítulo 13.23: upadrastanumanta ca / bharta bhokta mahesvarah /paamatmeti capy ukto / dehe ´smin purusah parah “Sin embargo, en este cuerpo hay otro disfrutador; uno trascendental, quien es el Señor, el propietario supremo, quien existe como supervisor, sancionador, y a quien se conoce como la Superalma”. Entonces, al ser el Señor Krsna quien se manifiesta como paramatma al interior de todas las entidades vivientes, el procura sancionarnos y de tal modo enseñarnos el camino correcto, igual que lo hacen los samskaras de vidas pasadas (e incluso los que adquirimos esta vida) pero dice Srila Prabhupada que nosotros rechazamos dicha sanción pues deseamos actuar de manera independiente, como dominadores y por esa razón somos energía marginal y “este mal uso de la independencia es la causa de su lucha material en el seno de la naturaleza condicionada” (p.643). El ego respondería a esto con rechazo, porque creemos y queremos ser poseedores de todo, pero basta con mirar a nuestra cotidianidad donde a veces tenemos determinaciones por hacer dietas, estudios, cambios, pero no podemos, nos cuesta controlar los sentidos materiales y la mente, y siendo así, evidentemente si no podemos controlarnos a nuestros sentidos, no podremos controlar nada más.
Somos baddha-jiva, atadas materialmente y antah-pravistah sasta jananam, olvidamos todo en cuando abandonamos el cuerpo actual. Con lo cual se introduce la idea de la reencarnación, que suele ser difícil de aceptar, pero si contemplamos que en esta misma vida estamos reencarnado en diferentes deseos de lo que queremos ser, respecto a posición, profesión, incluso respecto al amor de pareja, es factible pensar que de la misma forma, el alma encarna en diferentes cuerpos para realizar su búsqueda. Búsqueda que es guiada por paramatma pues “da la inteligencia para renovar su trabajo donde lo terminó en su última vida” aunque dicha búsqueda no necesariamente implique prema-bhakti.
Sin embargo, como se comentó antes, dicho dictamen del Señor pasa por la posibilidad de las jivas de elegir, obedecerlo o intentar actuar de forma independiente. Dice Srila Sridhar Maharaj que “la base de la existencia material es la posibilidad del tatastha-jiva de cometer errores y desarrollar una concepción errónea. El alma es anucetana, conciencia atómica. Y como unidades de conciencia atómica, nuestra libertad no es perfecta. Nuestra libertad defectuosa es la causa de esta ilusión. El alma debe tener libertad. Antes que un crimen sea cometido, la posibilidad de cometerlo está presente en el sujeto ordinariamente pacífico. La posibilidad de enfermedad está ahí, así que los hospitales, la medicina y las dietas especiales son todas necesarias. De la misma manera, la posibilidad de concepción errónea está ahí en el alma debido a que somos débiles y limitados. Maya el mundo de las medidas, es innecesaria para el Absoluto, pero necesaria para aquellos en la posición relativa. Cuando hay sólo un autointerés, maya no es necesaria. Pero donde hay división, diferenciación y distribución, cuando hay muchas ideas de autointerés, maya es necesaria”.
La posición constitucional de la entidad viviente es diferente de la posición que ella adopta en el mundo material.
En el BG 8.3, en el significado dado por Srila Prabhupada, se dice que “la posición constitucional de la entidad viviente es diferente de la posición que ella adopta en el mundo material. En medio de la conciencia material, ella tiene la naturaleza de tratar de ser la ama de la materia, pero en medio de la conciencia espiritual, conciencia de Krsna, su posición es la de servir al Supremo. Cuando la entidad viviente tiene conciencia material, tiene que adoptar diversos cuerpos en el mundo material. Eso se denomina karma, o la creación variada realizada por la fuerza de la conciencia material”, por lo tanto vemos que basado en que la tatastha-sakti (nosotros, las jivas) tenemos conciencia material porque queremos disfrutar, controlar y explotar los recursos de la naturaleza material inferior (como dice en el BG7.5) al ver limitadamente la existencia como algo material, existe maya-sakti ya que es necesaria en ese aspecto de la libertad y la experiencia de las jivas, y constantemente al seguir desarrollándo o manteniendo la conciencia material permanecemos en el ciclo de acción y reacción dentro del plano material (karma) que nos conduce a mantenernos aquí y a seguir el aprendizaje que emprendimos en otra vida.
¿Cuántas vidas llevamos en dicha dinámica? infinitas, porque existimos eternamente siendo tatastha-sakti hasta que se logre la liberación (en vaikuntha o la fundición con el Brahman…) o se desarrolle prema-bhakti por Sri Sri Radha y Krsna. Todas las almas somos innacientes, y aunque dentro de la lógica material buscamos un primer principio y una consecución de actos, eso no es el tattva de la existencia de las jivas. En el BG 2.20 se dice “ na jayate mriyate va kadacin / nayam bhutva bhavita va na bhuyah / ajo nityah sasvato ‘yam purano / na hanyate hanyamane sarire” (para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no llegará a ser. El alma es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se la mata cuando se mata el cuerpo) y aunque parecemos sometidas al nacimiento por identificación con el mundo material, nuestra forma y naturaleza son imperecederas avyayatma y no tenemos un principio, por eso no hemos sido no existentes ni nos hemos vuelto existentes, somos.
En el capítulo 13 el Señor Krsna profundiza sobre la naturaleza del cuerpo compuesto de materia y del alma compuesta de consciencia, al conocer dichas naturalezas nos quedamos exentos de participar de la “cosecha ilusoria de felicidad y aflicción […] el cuerpo y todas las manifestaciones materiales son experimentadas, mientras que el alma es quien experimenta. El alma se conoce a sí misma al comprender primeramente su categórica diferencia en relación al cuerpo. El cuerpo y sus extensiones son el objeto de la experiencia subjetiva del alma.” (Swami Tripurari)
Reconocer que somos almas espirituales es una tarea titánica, es aprender a ver sin los lentes del mundo material, es comprender y aceptar la divinidad y nuestra verdadera posición de sirvientes. Que la misericordia del Señor Nityananda nos permita servir a la energía del energético, a la hladini sakti de Krsna, Radharani y que algún día nos sea misericordiosamente dado un siddha-deha con el cuál servir eternamente a Sri Krsna en sus pasatiempos de Vraja.