Entrevista a Dhenumati Devi Dasi “El arte nos vincula con lo sagrado de la Tierra”

Dhenumati Devi Dasi es una devota de 24 años estudiante de Artes Visuales de la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile. Allí conoció las artes de la cerámica y en 2018 vivió en un templo Gambhira de Colombia, donde tuvo su primer acercamiento con las culturas ancestrales que habitan este país.

Luego regresó a Chile inspirada por los saberes ancestrales de las madres y devotos de conciencia de Krishna y también por la sabiduría de las tribus andinas.

A través de la cerámica y su arte consciente, comenzó a investigar las técnicas ancestrales de distintas culturas y lugares para aprender y llevar este arte al mundo actual.

Motivada por el arte de las tribus de las comunidades originarias de Colombia, cerámicas de Perú y técnicas de Argentina, la madre crea diversos objetos como platos, vasijas, jarros y pocillos multifuncionales, mates, tazas y vasos para infusiones. La creación de guardianes del humo, ruedas solares y quemadores para aceites y sahumadores son sus piezas más apreciadas en las celebraciones sagradas.

También dicta talleres de cerámica en forma presencial y virtual sobre construcción de cuerpos de cerámica y arcilla y receptáculos de humos sagrados o sahumerios. Actualmente vive en Ekachackra en la finca de Catemu en Chile.

¿Cómo surgió su inspiración para crear piezas de cerámica?

Cuando regresé a Chile después de un viaje a Colombia, empecé a sentir un anhelo muy profundo de trabajar con la tierra. Retomé mis estudios en la Universidad pero necesitaba enfocar mi trabajo hacia la sabiduría de cuidar la madre tierra. Y tomar más conciencia sobre realizar mi servicio como ser humano que es hacer arte consciente vinculado con el cuidado de la madre tierra. Antes de viajar en la Universidad yo trabajaba diseñando esculturas con ramas de árboles, semillas y hojas pero eran todos materiales de la naturaleza muerta. Estos materiales me servían para exponer mis trabajos en la Universidad. Pero luego sentí que tenía que darle un nuevo sentido a lo que hacía en esta búsqueda de recolectar materiales de la naturaleza. Así que acudí a lugares donde sentía me podían enseñar ese conocimiento. En Colombia tuve mi primer acercamiento a la permacultura y la bioconstrucción.

En la bioconstrucción se trabaja mucho con el barro y esto me pareció muy interesante para mi trabajo y como conocimiento que brinda autonomía a una sociedad.

Cuando regresé a Chile me vine con los nuevos conocimientos y aprendizajes con la intención de aplicarlos en la Universidad en Chile. Aquí conocí el ramo de la cerámica y sentí esto es perfecto porque me permitiría trabajar con distintos tipos de arcillas naturales.

En 2020 comencé a trabajar por mi propia cuenta, me asesoré con profesores de cerámica que pudieran ayudarme a desarrollar más las técnicas con cerámica, recolectando arcillas de forma natural proveniente de lugares de lagos, ríos, montañas y árboles, para las ramas que necesito en los hornos de leña.

En la universidad conocí a un grupo de ceramistas de Latinoamérica en un viaje a Perú y me conecté con las técnicas más ancestrales de la cerámica con construcciones de horno de barro y las técnicas de quema con leña.

¿Qué tiene la cerámica en esto del vínculo profundo entre el ceramista y la madre tierra?

Una de las cosas que me di cuenta es que al trabajar con la arcilla uno trabaja en la descolonización de los sentidos. Este término es muy interesante y se conversa en la comunidad de ceramistas, porque implica salir de lo concreto, necesitamos movernos hacia los entornos naturales y esto nos conecta de otra manera con la madre tierra. Para conectar con la arcilla, se necesita conectarse con la naturaleza y el elemento tierra, experimentar con ella para saber con qué tipo de material te estás relacionando. Y la conexión con todos los elementos de la naturaleza, el fuego, el viento, el agua, la tierra; son los cuatro elementos con los que uno trabaja un objeto. Uno no solo elabora un plato de cerámica, sino que la gente se interesa de donde viene esta arcilla y esto es una forma de reconectarnos con los saberes ancestrales. Es allí donde puedo crear un enlace entre un oficio, una forma de comunicar y ayudar a reconectar a la gente con la tierra.

¿Cómo influyó su oficio en su estilo de vida?

Mi estilo de vida se fue modificando con mi oficio, para desarrollar de la mejor manera mi arte y el mensaje que intento dar a través de él. Ya no me sirve vivir en una gran ciudad, porque si trabajo con arcillas naturales, tengo que estar cerca de ríos, lagos y montañas para encontrarlas en su estado puro. O donde haya árboles, donde pueda extraer leña para cocer las piezas en los hornos.

¿Cómo realiza el proceso de recolección de la arcilla de la tierra para luego crear sus piezas artísticas?

Cuando voy a crear algo soy consciente que uno intenta abordar desde el arte contemporáneo una memoria antigua. Entonces, nos preguntamos, ¿De dónde vienen los objetos que nos rodean? Las piezas de cerámica antiguas representaban a seres sagrados, o se utilizaban con fines ritualísticos. En este intento de conectarme con los guardianes de la tierra, un día quise rescatar una de las formas más tradicionales de las culturas originarias y diseñé un sahumador hecho en cerámica a partir de un estudio de formas ancestrales de una tribu de Calima en Colombia.

Unos ceramistas me regalaron un libro, dibujé la imagen ancestral de esta tribu, y fui diseñando su rostro, hasta que salieron los guardianes del humo con cabeza y plato. Luego diseñé otros con variantes para sahumar estilo sahumador copalero. Dentro de uno de los talleres que tomé de cerámica, encontré un sahumador muy antiguo de la cultura vicús que tenía imágenes similares de rostros de estos seres.

¿Qué tipo de piezas diseña?

Comencé a diseñar maceteros con rostros, espíritu de las plantas, es decir objetos diseñados con materiales nobles y sostenibles. Luego creé platos, utilitarios, materas con rostros, máscaras, sahumadores. Pueden ser objetos de uso cotidiano o también objetos ritualísticos como sahumadores, objetos para quemar hierbas medicinales, aromáticos o aceites. Me gusta trabajar en hornos de barro. Las cerámicas sirven para limpiar espacios o sitios sagrados como altares y templos.

¿Qué tienen en común las culturas andinas con la cultura védica?

Tienen mucho en común estas culturas ancestrales. Antes de producirse Pangea, éramos solo un continente, los ritos de estas culturas andinas y pueblos originarios tienen la misma raíz que es de los Vedas.

Gracias al elemento fuego, podemos quemar la tierra; por ejemplo en la cultura de Bolivia el fuego no se mira, porque se entiende que la tierra está comiendo. En la cultura vaisnava el fuego es la boca de la tierra, y esto me hace un sentido en común ambas cosmovisiones.

La cerámica tiene que pasar por un fuego, algunas piezas se rompen, y esto es lo más habitual. La tierra come a través del fuego, entonces yo siempre ofrendo una pieza al fuego.

Al igual que el ritual de saludar en las cuatro direcciones, es muy interesante las similitudes entre ambas culturas. Además en ambas culturas se considera que todas las entidades vivientes tienen personalidades.

Sridhar Maharaj, relata que todas las cosas tienen una personalidad, lo que sucede es que no lo podemos ver con los ojos burdos de la materia. Si pudiéramos ver con una mirada más espiritual, nos daríamos cuenta que el viento tiene una personalidad, las aguas, la tierra y hasta las piedras como Giri Govardan.

¿Cómo influyó en su proceso artístico y espiritual Srila Bhaktikavi Gurudeva Atulananda Acharya Maharaj?

Para mí es una gran misericordia haberme iniciado con Gurudeva, y estar en el lugar donde resido en la finca de Ekachakra en Catemu, Chile. Estoy muy agradecida por darme la oportunidad de trabajar con la tierra, haciendo vida espiritual. Si no tuviera sustento en el plano celestial, nada de esto sería posible en este plano, por eso lo espiritual es fundamental para mí, para desarrollarme como artista consciente.

Es importante para mí el trabajo en equipo, dentro de una familia espiritual, en una comunidad consciente. Una comunidad donde se practican una vida saludable, donde se busca la pureza, limpiar el corazón y la mente, cuidar el cuerpo que es nuestro templo, de la tierra y del lugar donde habitamos. Una vida donde se busca desarrollar el amor divino y la espiritualidad en el día a

día, reverenciando cada acción y orando al Santo Nombre. Estoy muy agradecida con Gurudeva porque gracias a él la comunidad de Ekachakra me abrieron la puerta. El ha influenciado en mi vida con su calma, en su templanza y amor incondicional que tiene hacia mí como hija espiritual.

Entrevista Ragatmika Bhakti Dd

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